18 de mayo de 2011
17 de mayo de 2011
La inteligencia de las masas
Matemáticas contra las avalanchas humanas
By jesus - Posted on 19 April 2010
¿Alguna vez se ha tropezado con otro viandante y después se han desviado ambos hacia el mismo lado... Y, ¡ups! otra vez de nuevo los dos al lado contrario? Ya saben: ¡Perdón! ¡Perdón! Y una media sonrisa de disculpa. Pues algo tan anecdótico y aparentemente poco importante está en la base de lo que estudia un grupo de matemáticos y sociólogos del Instituto Tecnológico Suizo, en Zurich, el prestigioso ETH. Pero ellos no se quedan en la anécdota. Al contrario, su trabajo puede acabar siendo muy útil para prevenir desgracias, por ejemplo a la hora de evitar accidentes por aplastamiento en aglomeraciones en estadios, manifestaciones... El grupo de Zurich, liderado por Mehdi Moussaid, ha investigado las peregrinaciones a la Meca, en las que periódicamente se producen decenas de muertos por 'estampidas' o avalanchas humanas.
El punto de partida de estos investigadores es que cuando interaccionan muchos 'agentes individuales', en este caso personas, cada uno se comporta según lo hagan los demás. Y eso genera un comportamiento colectivo determinado, que se puede modelizar. Es un fenómeno que se da en el tráfico por carretera, por supuesto en la economía... y cuando se congrega mucha gente. En los últimos años ha avanzado mucho la rama de las matemáticas que trata de modelizar estos fenómenos.
En el caso del grupo suizo, los investigadores experimentaron primero con individuos en condiciones de laboratorio: dos voluntarios evitan chocarse en un pasillo; ¿hacia qué lado se desvían? Después los matemáticos salieron a la calle y se dedicaron a grabar el flujo de viandantes. Así han descubierto que, en general, todo el mundo tiende a desviarse hacia el mismo lado, y eso hace que en la multitud se generen de forma espontánea 'corrientes' de viandantes que avanzan en el mismo sentido. Esto ha permitido diseñar un modelo matemático que describe los flujos urbanos.
Moussaid explicó hace unos días en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en San Diego, en EEUU, que, curiosamente, el lado hacia el que solemos desviarnos parece determinado culturalmente: los europeos lo hacemos hacia la derecha y los asiáticos más bien hacia la izquierda.
Esto podría ser sólo una curiosidad si no fuera porque el comportamiento colectivo puede dar problemas, como las mencionadas 'estampidas'. El trabajo del grupo de Zurich con los peregrinos a la Meca aún no ha acabado, pero el objetivo es identificar patrones en el movimiento de la multitud que precedan a estos fenómenos, para así tratar de detectarlos con antelación y evitarlos.
La Sabiduría de los Grupos: Por qué los muchos son más inteligentes que los pocos y cómo la sabiduría colectiva da forma a los negocios, economía, sociedades y naciones, publicado por primera vez en 2004, es un libro escrito por James Surowiecki sobre la combinación de la información en grupos, que termina en decisiones que, argumenta él, son a menudo mejores que las que podrían haber sido tomadas por un solo miembro del grupo. El libro presenta numerosos casos estudiados y anécdotas para ilustrar su argumento, y recorre varios campos del saber, principalmente economía y psicología.
La anécdota inicial cuenta que en 1906 Sir Francis Galton (reconocido científico inglés de finales del siglo XIX) visitó una feria de pueblo en la que encontró un concurso que llamó su atención.
El concurso consistía en que los participantes (en su mayoría carniceros, ganaderos y pueblerinos) tendrían que escribir en un papel el peso que calculaban tenía un buey expuesto en la feria. Al termino del concurso el buey sería sacrificado, pesado y descuartizado para así entregarle al más acertado los restos del mismo.
Lo sorprendente es que de los 800 participantes de este concurso ninguno acertó el peso exacto de 544 kilos y 500 gramos, es más, el más cercano estuvo lejos por más de 10 kilos. La lógica diría que de entre tantos participantes alguno tendría que por lo menos acercase por un par de kilos ¿no?
Extrañado por el hecho, Sir Francis (que en español sería Don Francisco) le pidió al organizador del concurso si podía quedarse con los papeles donde habían escrito los participantes sus cálculos.
Ya en la lejanía de la feria y en la comodidad de su casa, comenzó a hacer números. Si bien, ningún participante acertó o si quiera se acerco al dato real, el promedio de todos los concursantes fue de: 544 kilos. ¿Cómo es posible que el promedio de 800 participantes estuviera a tan sólo 500 gramos de la respuesta, mientras que el individuo más cercano fallara por 10 kilos?
- La inteligencia de las masas es más certera que la de los individuos -
Nunca una anécdota de 1906 fue tan actual; wikipedia, stumbleupon, delicious, digg, google, yelp, basan su inteligencia en este modelo. Las masas generan la inteligencia, no los individuos. Es la comunidad la que le da el valor agregado a estos sistemas, la colectividad.
La industria del internet ha adoptado este modelo de inteligencia de masas para muchos servicios y en general los resultados han sido exitosos.
¿Qué otras industrias podrían aprovechar esta inteligencia colectiva para potenciar sus alcances?
Para innovar hay que salirse de la caja, pero a veces salirse de la caja no significa re inventar la rueda. A veces hay que mirar al pasado y ‘robarse’ ideas para el futuro.
—————————————————————————
Para Profundizar:
La teoría de la ‘emergencia’ (del verbo emerger) explica como de una serie de individuos con una inteligencia limitada emergen sistemas complejos cuando por medio de una serie de reglas simples comienzan a interactuar. Generando así una inteligencia mayor a la de los individuos.
Es un espectáculo impresionante: cientos o miles de peces, pájaros o insectos moviéndose coordinados a toda velocidad. Nadie lleva el mando, no hay ningún actor intelectual de la coreografía. Son bancos de peces, bandadas de pájaros o enjambres de insectos; grupos que actúan como un colectivo y que son capaces de mostrar un comportamiento que excede con mucho a la capacidad de sus individuos. Aunque puede parecer que la inteligencia grupal es ajena al ser humano, hay experimentos que ya investigan si en su toma de decisiones las personas también se dejan conducir por una dinámica colectiva y si esto también responde a una inteligencia grupal. En cualquier caso, todo apunta a que queda mucho por aprender. No sólo los biólogos sino recientemente los ingenieros y cibernéticos de todo el mundo están tratando de descubrir su secreto. Su idea consiste en traducir el comportamiento de estos conjuntos de animales a las máquinas y formar grupos de robots que puedan actuar con autonomía y controlarse a sí mismos. Así, podrían utilizarse en el futuro en el ámbito de la exploración espacial y la investigación o para las operaciones quirúrgicas.
By jesus - Posted on 19 April 2010
¿Alguna vez se ha tropezado con otro viandante y después se han desviado ambos hacia el mismo lado... Y, ¡ups! otra vez de nuevo los dos al lado contrario? Ya saben: ¡Perdón! ¡Perdón! Y una media sonrisa de disculpa. Pues algo tan anecdótico y aparentemente poco importante está en la base de lo que estudia un grupo de matemáticos y sociólogos del Instituto Tecnológico Suizo, en Zurich, el prestigioso ETH. Pero ellos no se quedan en la anécdota. Al contrario, su trabajo puede acabar siendo muy útil para prevenir desgracias, por ejemplo a la hora de evitar accidentes por aplastamiento en aglomeraciones en estadios, manifestaciones... El grupo de Zurich, liderado por Mehdi Moussaid, ha investigado las peregrinaciones a la Meca, en las que periódicamente se producen decenas de muertos por 'estampidas' o avalanchas humanas.
El punto de partida de estos investigadores es que cuando interaccionan muchos 'agentes individuales', en este caso personas, cada uno se comporta según lo hagan los demás. Y eso genera un comportamiento colectivo determinado, que se puede modelizar. Es un fenómeno que se da en el tráfico por carretera, por supuesto en la economía... y cuando se congrega mucha gente. En los últimos años ha avanzado mucho la rama de las matemáticas que trata de modelizar estos fenómenos.
En el caso del grupo suizo, los investigadores experimentaron primero con individuos en condiciones de laboratorio: dos voluntarios evitan chocarse en un pasillo; ¿hacia qué lado se desvían? Después los matemáticos salieron a la calle y se dedicaron a grabar el flujo de viandantes. Así han descubierto que, en general, todo el mundo tiende a desviarse hacia el mismo lado, y eso hace que en la multitud se generen de forma espontánea 'corrientes' de viandantes que avanzan en el mismo sentido. Esto ha permitido diseñar un modelo matemático que describe los flujos urbanos.
Moussaid explicó hace unos días en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en San Diego, en EEUU, que, curiosamente, el lado hacia el que solemos desviarnos parece determinado culturalmente: los europeos lo hacemos hacia la derecha y los asiáticos más bien hacia la izquierda.
Esto podría ser sólo una curiosidad si no fuera porque el comportamiento colectivo puede dar problemas, como las mencionadas 'estampidas'. El trabajo del grupo de Zurich con los peregrinos a la Meca aún no ha acabado, pero el objetivo es identificar patrones en el movimiento de la multitud que precedan a estos fenómenos, para así tratar de detectarlos con antelación y evitarlos.
La Sabiduría de los Grupos: Por qué los muchos son más inteligentes que los pocos y cómo la sabiduría colectiva da forma a los negocios, economía, sociedades y naciones, publicado por primera vez en 2004, es un libro escrito por James Surowiecki sobre la combinación de la información en grupos, que termina en decisiones que, argumenta él, son a menudo mejores que las que podrían haber sido tomadas por un solo miembro del grupo. El libro presenta numerosos casos estudiados y anécdotas para ilustrar su argumento, y recorre varios campos del saber, principalmente economía y psicología.
La anécdota inicial cuenta que en 1906 Sir Francis Galton (reconocido científico inglés de finales del siglo XIX) visitó una feria de pueblo en la que encontró un concurso que llamó su atención.
El concurso consistía en que los participantes (en su mayoría carniceros, ganaderos y pueblerinos) tendrían que escribir en un papel el peso que calculaban tenía un buey expuesto en la feria. Al termino del concurso el buey sería sacrificado, pesado y descuartizado para así entregarle al más acertado los restos del mismo.
Lo sorprendente es que de los 800 participantes de este concurso ninguno acertó el peso exacto de 544 kilos y 500 gramos, es más, el más cercano estuvo lejos por más de 10 kilos. La lógica diría que de entre tantos participantes alguno tendría que por lo menos acercase por un par de kilos ¿no?
Extrañado por el hecho, Sir Francis (que en español sería Don Francisco) le pidió al organizador del concurso si podía quedarse con los papeles donde habían escrito los participantes sus cálculos.
Ya en la lejanía de la feria y en la comodidad de su casa, comenzó a hacer números. Si bien, ningún participante acertó o si quiera se acerco al dato real, el promedio de todos los concursantes fue de: 544 kilos. ¿Cómo es posible que el promedio de 800 participantes estuviera a tan sólo 500 gramos de la respuesta, mientras que el individuo más cercano fallara por 10 kilos?
- La inteligencia de las masas es más certera que la de los individuos -
Nunca una anécdota de 1906 fue tan actual; wikipedia, stumbleupon, delicious, digg, google, yelp, basan su inteligencia en este modelo. Las masas generan la inteligencia, no los individuos. Es la comunidad la que le da el valor agregado a estos sistemas, la colectividad.
La industria del internet ha adoptado este modelo de inteligencia de masas para muchos servicios y en general los resultados han sido exitosos.
¿Qué otras industrias podrían aprovechar esta inteligencia colectiva para potenciar sus alcances?
Para innovar hay que salirse de la caja, pero a veces salirse de la caja no significa re inventar la rueda. A veces hay que mirar al pasado y ‘robarse’ ideas para el futuro.
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Para Profundizar:
La teoría de la ‘emergencia’ (del verbo emerger) explica como de una serie de individuos con una inteligencia limitada emergen sistemas complejos cuando por medio de una serie de reglas simples comienzan a interactuar. Generando así una inteligencia mayor a la de los individuos.
Es un espectáculo impresionante: cientos o miles de peces, pájaros o insectos moviéndose coordinados a toda velocidad. Nadie lleva el mando, no hay ningún actor intelectual de la coreografía. Son bancos de peces, bandadas de pájaros o enjambres de insectos; grupos que actúan como un colectivo y que son capaces de mostrar un comportamiento que excede con mucho a la capacidad de sus individuos. Aunque puede parecer que la inteligencia grupal es ajena al ser humano, hay experimentos que ya investigan si en su toma de decisiones las personas también se dejan conducir por una dinámica colectiva y si esto también responde a una inteligencia grupal. En cualquier caso, todo apunta a que queda mucho por aprender. No sólo los biólogos sino recientemente los ingenieros y cibernéticos de todo el mundo están tratando de descubrir su secreto. Su idea consiste en traducir el comportamiento de estos conjuntos de animales a las máquinas y formar grupos de robots que puedan actuar con autonomía y controlarse a sí mismos. Así, podrían utilizarse en el futuro en el ámbito de la exploración espacial y la investigación o para las operaciones quirúrgicas.
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